miércoles, 15 de febrero de 2012

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Agricultura y ecología
El área andina es la región de la América prehispánica donde más plantas cultivadas han sido identificadas. Sería imposible hacer una enumeración de dichas plantas cultivadas en la región en época incaica, pero entre la agricultura andina, las más importantes para la alimentación podemos citar el maíz, la patata, los frijoles, los porotos, la quinua, la yuca, el camote, el cacahuete, la piña, la chirimoya, el guanábano, el zapote, la calabaza, el tomate, el pimiento, la papaya, etc. Entre las plantas cultivadas con fines no alimenticios destacaron el algodón, la coca, el tabaco, el cacao, el maguey, el achiote, etc.
El calendario agrícola de los incas comenzaba en agosto, cuando se preparaban los campos para la siembra del maíz. En septiembre se procedía a la siembra, y durante los meses siguientes se regaban los campos utilizando los complejos sistemas hidráulicos. Las papas y las legumbres se plantaban durante el mes de diciembre; en enero se escardaban los campos y a lo largo de febrero y marzo se defendía la cosecha de los animales. Finalmente, la recolección y el almacenamiento de los productos agrícolas se efectuaba durante los meses de abril y mayo.
La relación entre las plantas cultivadas y el medio ambiente fue fundamental, pues cada región climática producía una serie de bienes. Por ejemplo, en la chala, una de las ocho regiones climáticas que se distinguen en el estudio del Imperio Inca, se producía la yuca, la quinina, se recolectaban algas... Mientras que la región de la yunga estaba caracterizada por la producción de la coca.
Debido al escaso terreno que el hombre andino podía cultivar, se desarrollaron toda una serie de ingeniosos sistemas de cultivo. El más famoso de ellos fue, como ya se ha mencionado, el aterrazamiento o bancanal, que consistía en colocar a lo largo de las laderas unos muros de contención que sujetasen la tierra. Generalmente, estos andenes estaban asociados a algún tipo de canalización de agua y tenían unas escalinatas o lajas colocadas en diagonal para salvar la pendiente. También se aprovecharon las hondonadas naturales que protegían los cultivos del viento y el frío para construir andenes circulares. Los camellones se construyeron en los valles que, debido a su inundación periódica, poseían un humus muy fértil. Para evitar que los cultivos se echaran a perder por las inundaciones, se creaban unos montículos con esa tierra fértil del fondo que, además, estaba permanentemente irrigada de forma natural. El sistema de tierras hacia abajo consistía en cavar, tanto en las tierras de la costa como en las de la montaña, hondonadas de cientos de metros. En la costa, estas hondonadas llegaban casi hasta las capas freáticas; entonces, mediante una serie de perforaciones, se conseguía mantener los cultivos irrigados. En la sierra, los agujeros permitían que se acumulase el agua, de manera que se formaban pequeñas lagunas artificiales que permitían practicar la agricultura en los márgenes. Por último, los incas utilizaron también el sistema de rotación de cultivos, aunque son pocos los datos que se tienen acerca de esta práctica.
Para intensificar la producción agrícola se utilizaron diversos sistemas de abono: excrementos de llama y restos de pescado o guano. Además, se construyeron andenerías para poder aprovechar el terreno vertical de los escarpados Andes y unos complejos sistemas hidráulicos que permitieron abastecer de agua las laderas. Estos sistemas hidráulicos captaban el agua de los altos y la llevaban por las pendientes hacia las zonas bajas por medio de unos canales de barro que debían ser constantemente renovados. La velocidad que podía alcanzar el agua desde las bocatomas (los manantiales de salida del agua) hasta los valles era muy grande, por lo que se construyeron unos lugares para remansar el agua y frenar su velocidad. También existían canales de conexión que permitían cambiar el curso del agua de una zona a otra y hacer que el riego fuese una forma más de controlar a los grupos humanos. Por todas estas razones, y porque además las bocatomas eran un lugar de culto y respeto, el sistema hidráulico estaba sujeto a unas normas de uso, construcción y mantenimiento; un mantenimiento que era tremendamente complejo y delicado, y para el cual hicieron falta unas estructuras muy concretas tanto desde el punto de vista ceremonial como desde el político. En general, todo el sistema agrícola implicaba una planificación más o menos centralizada, así como un trabajo cooperativo entre diferentes poblaciones, lo que fue posible gracias a una organización política unitaria del estado inca.
Los incas almacenaban sus productos en unos edificios conocidos como qolqas. Estos edificios eran de planta circular o cuadrangular, tenían unas pequeñas aberturas en la parte superior y una puerta de difícil acceso, además de unos vanos que permitían la entrada constante de aire que, al circular por el interior del edificio, evitaba la fermentación de los productos almacenados. Las qolqas estaban agrupadas en los yacimientos, y los volúmenes de un mismo sitio eran más o menos uniformes. Los edificios se construían agrupados en pequeños conjuntos que formaban pequeñas unidades separadas unas de otras; la razón de estas separaciones no se sabe a ciencia cierta, pero podrían haber indicado el tiempo que llevaban almacenados los productos o la pertenencia de los mismos. La conservación de los alimentos se logró asimismo aprovechando los cambios bruscos de temperatura entre el día y la noche que se producían en algunas zonas, que permitían la deshidratación de algunos productos como la papa (dando lugar a lo que se conoce como chuño), el maíz o la carne.
La agricultura incaica, tan avanzada en los aspectos relativos a la ingeniería hidráulica, el almacenamiento y la domesticación de plantas, fue, sin embargo, muy pobre en lo que se refiere a instrumentos de labranza. No usaron el metal para los útiles agrícolas, sino la cuerda, la piedra, el hueso y la madera. El principal utensilio manejado por los incas fue la taclla o palo cavador, un largo vástago con un extremo agudo que servía para desmoronar la tierra, airearla y hacer los agujeros necesarios para la siembra.
Desarrollaron la agriculturaDIRECCION DE AGRICULTURA INCAICA.doc con el sistema de terrazas: Cortaban la ladera de las montañas en forma de terrazas (o escalones muy grandes) para tener lugar donde sembrar. Como el terreno era montañoso construyeron un sistema de riego tan perfecto que es estudiado por los científicos para ver si pueden copiarlo. Hasta hoy ni siquiera con las computadoras y satélites han podido resolver el problema de distribuir agua en zonas montañosas en forma tan eficiente como lo hicieron los incas.
Los principales cultivos de la comunidad inca eran la papa andina y el maíz. También produjeron algodón, mandioca, tomate y coca. Practicaron la ganadería con la llama, vicuña y alpaca.

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